El Camino de Santiago y la Orden del Temple están intrínsecamente ligados, ya que los Templarios desempeñaron un papel importante en el desarrollo y la protección de la ruta jacobea durante los siglos XII y XIII. Los Templarios construyeron sus propios santuarios en las encomiendas del Camino, así como infraestructuras clave, tales como hospitales, albergues y castillos a lo largo del Camino. Además de patrullar las rutas para garantizar la seguridad de los peregrinos frente a bandidos y asaltantes. No solo brindaron seguridad física a los peregrinos, sino que también contribuyeron a la expansión y desarrollo de la ruta, consolidándola como un importante centro de intercambio cultural y espiritual.
Los Templarios, con su influencia y recursos, ayudaron a promover y difundir la devoción a Santiago, convirtiendo el Camino en un destino cada vez más popular y significativo. Por tanto, la presencia templaria en el Camino de Santiago fue fundamental para su desarrollo y consolidación como una de las rutas de peregrinación más importantes de la historia, tanto por su papel en la protección de los peregrinos como por su contribución a la construcción de la infraestructura necesaria para facilitar el viaje.

1. Ermita de Santa María de Eunate (Muruzábal, Navarra).

Pese a no contar con ninguna documentación que acredite fehacientemente el origen templario de esta iglesia, sí existen ciertas características de su fisonomía que hacen creer que los Caballeros Templarios hayan tenido algo que ver con su construcción: desde su planta octogonal (algo típico de las construcciones templarias) a una supuesta similitud en cuanto a su forma con la Cúpula de la Roca de Jerusalén situada en el antiguo Templo de Salomón, en el que los Templarios tuvieron su primera sede.
2. Iglesia del Crucifijo (Puente la Reina, Navarra).
En Puente la Reina podemos encontrar esta iglesia que data de finales del siglo XII y que fue fundada por la Orden de los Caballeros Templarios bajo el nombre de Santa María de los Huertos. Alfonso I el Batallador fundó esta villa junto al puente sobre el Arga, puente que un siglo antes patrocinara la reina Doña Mayor (o quizá su nuera la reina Estefanía) y que da nombre a la villa. La iglesia acoge, en su interior, la Virgen con Niño (siglo XII) y guarda un misterioso crucifijo de grandes dimensiones y con forma de Y que es considerado una de las mejores obras de la imaginería gótica que se conservan en España.
Su ubicación estratégica, en la entrada del Camino a Puente la Reina, convirtió al templo en un lugar de gran importancia tanto para la vida religiosa como para la protección de los peregrinos. Los Templarios, con su misión de salvaguardar a los viajeros, se establecieron en este lugar para proporcionar un refugio seguro y un espacio de culto.
3. Iglesia del Santo Sepulcro (Torres del Río, Navarra).
Existen varios documentos que vinculan a esta iglesia con la Orden, sumados a otros descubrimientos como cuerpos enterrados en las cercanías de la iglesia que lucían la vestimenta típica templaria.
La Iglesia del Santo Sepulcro, es la culminación del octógono perfecto de los Templarios en el Camino de Santiago. La Iglesia de Santo Sepulcro de Torres del Río o de Sansol, también así denominado por el cercano cerro de ese nombre, sigue en su planta el infrecuente patrón octogonal ya visto en la de Eunate. Ambos edificios comparten formas muy similares, aunque aquí falta la galería de arcos de Eunate, a modo de claustro octogonal.
4. Iglesia de San Juan (Castrojeriz, Burgos).
La iglesia de San Juan, en Castrojeriz, es de origen templario (siglo XIII). Fue reconstruida sobre una base románica en varias etapas. El ábside, la torre y el claustro parecen obra de las primeras décadas del siglo XIII (época templaria); posteriormente, en los comienzos del siglo XVI, se renovó la iglesia. Una vez disuelta la Orden del Temple, los Hospitalarios continuaron desempeñando su labor de auxilio a los peregrinos.
Es una obra de gran monumentalidad por su recia torre y el cuerpo de sus tres amplias naves elevadas a la misma altura por pilares columnarios. En las columnas, precisamente en sus capiteles, es posible observar crucetas pateadas, que atestiguan su origen templario.
5. Iglesia de Santa María de la Blanca (Villalcázar de Sirga, Palencia).
Templo-fortaleza comenzado a construir a finales del siglo XII por los Templarios, y finalizado en el siglo XIV. En Villalcázar de Sirga los Templarios, a partir de este edificio, fundaron una importante encomienda que constituyó uno de los centros religiosos más importantes del Camino de Santiago en Castilla. Esa encomienda templaria fue creciendo gracias a las donaciones y la posterior compra de otros terrenos e inmuebles cercanos.
La Iglesia de Santa María la Blanca fue un santuario para la devoción de María, Madre de Jesucristo, que tuvo una época de gran esplendor entre los siglos XIII y XVI, debido a la protección de la Corona de Castilla, entre los que se encontraban los reyes Alfonso X el Sabio y su hijo Sancho IV.
6. Terradillos de los Templarios (Palencia).

Este lugar fue un feudo de la orden militar del Temple, cuyo objetivo era salvaguardar a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago, no siempre seguro. Aparece mencionado en la documentación conservada de la Abadía de Sahagún en el siglo XI.
Tuvo dos iglesias, la desaparecida de San Esteban y la actual que está dedicada a San Pedro. Es de ladrillo de una sola nave, alberga en su interior un Cristo gótico del siglo XIV, una Virgen del siglo XVI, un San Roque del XVII y retablos de los siglos XVII y XVIII.
Según una leyenda, la famosa gallina de los huevos de oro está enterrada en este pueblo: En el siglo XII había en las cercanías de Terradillos un hostal de peregrinos (hoy derruido) que llevaba el nombre de San Juan y que era protegido por los Caballeros del Temple. Fue en este lugar donde los últimos Templarios enterraron a la famosa gallina de los huevos de oro. Los vecinos han ubicado tradicionalmente en el Alto Torbosillo (al norte del pueblo) el emplazamiento donde se esconde el preciado animal. Según la leyenda, había en la localidad una parroquia, la de San Esteban (no se conserva en la actualidad), cuyo párroco llevaba cada año a Santiago un huevo de oro. Hasta que un día, el cabildo compostelano le dijo que no querían un solo huevo, que querían la gallina. Para que no se la pudiera llevar, los Templarios la enterraron en el Alto de Torbosillo. La gallina está asociada desde tiempos inmemoriales con el preciado metal y también la Orden del Temple y su enriquecimiento, que algunos ligaban a su dominio del arte de la alquimia y, por tanto, la fabricación de cantidades ingentes de oro.
7. Iglesia Parroquial de Rabanal del Camino (Maragatería, León).
Todo el pueblo de Rabanal del Camino posee un origen templario. Este fue fruto de una avanzada de la Orden desde Ponferrada que buscaba proteger a los peregrinos que atravesaban los Montes de León hasta su llegada al Bierzo.
En este escenario la iglesia parroquial sobresale no solo por su origen templario sino por ser también uno de los pocos ejemplos que aún existen del románico leonés. El pueblo conserva su arquitectura tradicional en buen estado.
8. El Castillo de Ponferrada (Bierzo, León).
Ponferrada (Pons Ferrata) toma su nombre del puente reforzado con hierro que el Obispo Osmundo ordenó construir en el siglo XI, para facilitar el paso del río Sil a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela.
En 1178 Ponferrada pasó a depender de la Orden del Temple, gracias a una donación de los reyes leoneses. Al llegar allí, los Templarios se encontraron con una pequeña fortaleza que en su origen había sido romana. A partir de ahí comienzan una serie de ampliaciones que tendrían como finalidad convertir al complejo en una defensa del Camino de Santiago y que terminarían en 1282 (lo que se puede ver hoy en día tiene muchas más reformas que se fueron haciendo a lo largo de los siglos).
Ponferrada fue una de las encomiendas del Temple más importantes en España. La encomienda dispuso de los castillos de Cornatel, Corullón, Sarracín (Vega de Valcarce) y quizás también del castillo de Balboa. Su jurisdicción abarcaba casi todo el Bierzo, extendiéndose desde Rabanal del Camino (Maragatería) hasta O Cebreiro en Galicia. Los monasterios del Bierzo pertenecían al Cister y el Monasterio de O Cebreiro al Cluny.
Su castillo era el enclave más importante de los Templarios en el Reino de León, desde donde desarrollaron sus labores de protección del Camino de Santiago. Tras la disolución de la Orden del Temple, en 1312, esas funciones pasaron a los Hospitalarios y a la Orden de Santiago. El castillo de Ponferrada pasó a las manos de la familia Osorio y del Conde de Lemos. A raíz de la revuelta irmandiña y las luchas entre el Conde de Lemos y su hijo, fue reclamado por los Reyes Católicos.
9. Castillo de Sarracín (Vega de Valcarce, Bierzo, León).
Vega de Valcarce (León) solía ser un punto conflictivo porque se cobraba el Portazgo, que era un pago por el derecho de paso. Los peregrinos estaban exentos, pero muchas veces eran considerados como ricos mercaderes y eran obligados al pago de dicho Portazgo. Así, se originó un camino alternativo, en paralelo al camino original, que discurra precisamente al lado del Castillo de Sarracin, por el monte de la Villela (Villaus del Codex Calixtinus), para evitar a los portazgueros del Castillo de Autares.
El Castillo de Sarracin se convirtió en uno de los enclaves principales de la Orden del Temple en el Camino de Santiago. Su misión era que los Templarios pudieran defender a los numerosos peregrinos que se dirigían a Santiago de los portazgueros que les quisieran cobrar indebidamente.
© Francisco Javier Aguirre Azaña, junio
2025.
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