25 de septiembre de 2020

La Campaña de Teruel. Resumen.


1.- Comienza la Campaña. Conquista republicana de Teruel.

• El 15 de diciembre de 1937, el Ejército de Levante republicano ‒bajo el mando del coronel Hernández Saravia‒, reforzado por el Ejército de Maniobra, con un total de tres cuerpos de ejército (siete divisiones en línea y cuatro más en reserva, 300 piezas de artillería, 104 tanques, dos compañías de vehículos blindados y 130 aviones), a las órdenes del general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor Central, se lanza a la conquista del saliente en el frente que formaba la ciudad de Teruel, cortando sus comunicaciones con Zaragoza a la altura de Concud y San Blas.

• El día 22, el CE. XX ocupa la ciudad desde el sur, sitiando los reductos de Comandancia y Seminario donde resisten unos 4000 hombres y numerosa población civil, bajo el mando del coronel Rey d’Harcourt. Se desarrollan dos batallas concéntricas: por un lado, en el interior de la ciudad, el asedio republicano a los reductos; por otro, las tropas nacionales de los generales Aranda y Varela que intentan liberar a los sitiados, creando situaciones difíciles a los republicanos, pero sin conseguir sus objetivos.

• El 7 de enero de 1938, después de veinticuatro días de defensa y la destrucción de gran parte de la ciudad, el coronel Rey d´Harcourt rinde el reducto de la Comandancia. Al día siguiente lo hace el coronel Barba en el Seminario.


2.- Contraofensiva nacional.

• El día 29 de diciembre comienza la contraofensiva nacional que tiene por objeto romper el cerco y enlazar con la resistencia en el interior de la ciudad. El Cuerpo de Ejército del Norte del Turia (general Aranda), al norte del río Guadalaviar (Turia), avanza por la carretera de Zaragoza, en dirección Concud y Santa Bárbara, para alcanzar la línea Alto de Celadas – El Muletón y posteriormente envolver Teruel por el norte y noreste, protegiendo el flanco del Cuerpo de Ejército del Sur del Turia, pero encuentra una resistencia muy dura. Al sur, el Cuerpo de Ejército del Sur del Turia (general Varela), más potente, avanza desde la Sierra de Albarracín con la misión de liberar Teruel después de ocupar la meseta de La Muela.

• El día 30, el Cuerpo de Ejército del Norte del Turia alcanza la carretera de Celadas (División 150) y por la noche llegan a Concud (División 62). El Cuerpo de Ejército del Sur del Turia ocupa Sierra de los Morrones (División 61), Meseta de Las Pedrizas (División 1 de Navarra), los cruces de carreteras que conducen a Teruel (División 81) y El Campillo (División 82). Las fuerzas republicanas retroceden hasta la línea: Caudé, San Blas, Los Morrones, El Campillo y Villastar.

• El 31 por la mañana los nacionales ocupan Concud (División 62) y San Blas (División 81). La 62 se frena tras entrar en Concud debido a la climatología. La División 150 tampoco puede avanzar frente al Alto de las Celadas y El Muletón, donde los republicanos están bien fortificados. En el sur, la 1ª División de Navarra, después de fuertes combates, se apodera de La Muela, llegando al casco urbano de Teruel, aunque frenan su avance en el puente de hierro sobre el Turia. Las unidades republicanas procedentes de los Llanos de Caudé, Concud y La Muela, ante la potencia de fuego y el empuje de las fuerzas nacionales, huyen en desbandada, arrastrando consigo buena parte de las que se encuentran por el camino. A media tarde miles de hombres confluyen en la carretera de Sagunto. El jefe de la División 40, encargada de sitiar y tomar los reductos nacionales dentro de la capital con las Brigadas 84 y 87, se deja llevar por el pánico y ordena la retirada, aunque el repliegue no es advertido por los nacionales. La 40ª vuelve a ocupar sus posiciones en Teruel por la noche. A partir de las 17 horas cae una intensa nevada que paraliza las operaciones. El temporal y la noche frenaron el avance nacional en la línea que iba desde el sur del Cedrillar, Concud, San Blas, La Muela y diversas alturas al suroeste de Teruel en un arco a poco más de dos kilómetros de Villaespesa y la vega del Turia. Por la noche continúo nevando y la temperatura descendió hasta alcanzar los 18º bajo cero.

• A partir del 1 de enero los republicanos contraatacan con sus reservas: la 47ª División obliga a la 1ª División de Navarra a retroceder en el sector de La Muela, después de encarnizados combates con muchas bajas en ambos lados. La Muela pasaría a ser un sector estable hasta la ofensiva final del 17 de febrero. Desde el norte de la ciudad, la 35ª División Internacional ataca furiosamente al Cuerpo de Ejército del Norte del Turia, entre el 2 y el 9 de enero. Las posiciones republicanas de las estribaciones de Sierra Palomera, Alto de Celadas y Muletón dominan la dirección de avance del Cuerpo de Ejército del Norte del Turia, impidiendo su libertad de movimientos. El temporal paraliza las operaciones entre el 6 y el 16 de enero. Las unidades perfeccionan sus organizaciones defensivas.


2b.- Segunda fase de la contraofensiva nacional.

• Desaparecido el apremio del socorro a las fuerzas sitiadas en la ciudad y vista la dificultad del Cuerpo de Ejército del Norte del Turia de avanzar por el ala izquierda, el general Dávila (jefe del ejército de operaciones nacional) ordena la conquista de las posiciones republicanas en el Alto de Celadas y Muletón. Se concentran cerca de 400 piezas de artillería y más de 100 aviones. El día 17 de enero, el Cuerpo de Ejército del Norte del Turia del general Aranda (de norte a sur: Divisiones 13, 150, 5 y 84, 85 en reserva) asalta la línea de posiciones del Alto de Celadas al Muletón, defendida por la Divisiones 39, 67 y la 35 Internacional. Los combates terrestres son acompañados por combates aéreos entre los cazas italianos y los aviones rusos republicanos. La 5ª División de Navarra ocupa el Alto de Celadas y parte de El Muletón. El 18, la División 35 lanza contrataques infructuosos, acusando grandes pérdidas. A partir del día 19, desecha la resistencia republicana, los nacionales completan la operación: ocupan El Muletón, el día 20, y Las Pedrizas, el día 21, descendiendo de los altos para alcanzar la orilla derecha del río Alfambra.


3.- Asalto de Singra y reacción republicana.

• Entre el 25 y el 30 de enero las tropas republicanas lanzan el asalto de Singra (División 27), desde sus posiciones en el Campo de Visiedo. Con ello pretendían cortar las comunicaciones nacionales, seccionando el valle del Jiloca y forzando su repliegue. La 27 consigue tomar la localidad de Singra, llegando a cortar la carretera Teruel-Zaragoza, pero no puede llegar hasta la vía del ferrocarril. Los nacionales, a punto de quedar embolsados, gracias sobre todo al ataque masivo de la aviación, logran recuperar las posiciones en Singra. El dia 26 reciben refuerzos desde Villafranca y Monreal del Campo, y el 29 los republicanos se retiran hacia sus posiciones iniciales. 

• Mientras tanto, el día 27, también se recrudecen los combates en la zona del Alto de Celadas. Las Divisiones 46 y 66 republicanas lanzan una contraofensiva para recuperar las posiciones perdidas unos días antes. La 46ª División del Campesino tenía como misión recuperar el Alto de Celadas y la cota 1.204, tres kilómetros al norte, partiendo desde La Losilla, para descender después hasta El Muletón; maniobra que recibiría el apoyo de la 66, cuyas fuerzas debían fijar por el fuego a las fuerzas nacionales en sus posiciones del Alto de Celadas. La División 13 frena los ataques republicanos durante los tres días que duraron.


4.- Batalla del Alfambra.

 Entre el 5 y el 7 de febrero tiene lugar la batalla del Alfambra, en el triángulo formado por Vivel del Río, Singra y Teruel. Ataque de flanco a las tropas republicanas en el Campo de Visiedo (CE. XIII), con objeto de desalojar su presencia en Sierra Palomera -desde donde se amenazaba los movimientos por el valle del Jiloca, y la carretera y el ferrocarril que unen Zaragoza y Teruel-, y llevar el frente al río Alfambra para despues recuperar la ciudad de Teruel.

• El Cuerpo de Ejército Marroquí del general Yagüe con tres divisiones en primera línea (de este a oeste: 4, 1 y 82) avanza desde el norte (Portalrubio – Cosa – Bañón) hacia Perales de Alfambra. La Agrupación de Enlace (5ª División Navarra y 1ª División Caballería) al mando del general Monasterio, parte de Rubielos de la Cérida. La 5ª rompe el frente republicano el primer día, abriendo un corredor a la División de Caballería que el día 6, con apoyo de artillería y aviación, realiza cargas sobre el flanco republicano en Argente y Visiedo, provocando desbandadas en las posiciones republicanas. Este hecho se considera como la última gran carga de caballería en combate de la historia militar de España. Al sur, el Cuerpo de Ejército Galicia (anteriormente del Norte del Turia) del general Aranda, partiendo de Villarquemado y norte de Celadas (Divisiones 83 y 84 respectivamente) dirige su ataque en dirección Alfambra, encontrando resistencia menos numerosa, inexperta y desmoralizada. Al día siguiente, la División 13 se une al ataque en dirección norte desde el Alto de Celadas. El día 7 confluyen todas las fuerzas nacionales en Perales de Alfambra.

• La República pierde 14 poblaciones con más de 700 kilómetros cuadrados; 6000 hombres son hechos prisioneros al quedar embolsados en la zona sierra Palomera y unos 10 0000 son bajas de distinto tipo. La 42ª División republicana es la que sufre mayores bajas.

5.- Reconquista nacional de Teruel.

• El 17 de febrero el Cuerpo de Ejército Galicia del general Aranda despliega en los 5 kilómetros que van desde las proximidades de Teruel (Los Baños) al pueblo de Villalba Baja. Se constituyen dos grupos: el de la izquierda (Divisiones 13 y 84) que debe comenzar a pasar el río Alfambra antes de que amanezca, entre Villalba Baja y Tortajada, para avanzar hasta Valdecebro y envolver El Mansueto; y el grupo de la derecha (Divisiones 150 y 83) que partiendo, más tarde, de Las Pedrizas, tras la preparación de artillería y aviación, debe cruzar el río al sur del anterior y ejercer el esfuerzo principal para ocupar Sierra Gorda y El Mansueto, y avanzar hasta la carretera de Sagunto. Al norte, la División 85 cubre la línea del río hasta Alfambra.

• La División 13 pasa el río por el molino de Villalba Baja consiguiendo una penetración de tres kilómetros por la sierra. La División 150, que trataba pasar el río frente al Muletón es rechazada por la 67ª División republicana; consigue atravesar el río, en un ataque nocturno, por Tortajada. El progreso de la División 13 consigue introducir una cuña en el dispositivo republicano que trata de reducirla por medio de contraataques lanzados a lo largo de la madrugada. La reducción de la presión defensiva sobre la orilla del río permite el cruce de unidades de la 83ª División, así como del resto de la 150ª División, más al norte. Al final de la jornada del 18 de febrero las fuerzas nacionales consiguen cortar la carretera de Corbalán. La División 13, en defensiva desde Villalba Baja hasta la carretera de Corbalán, protege al resto de divisiones de posibles contrataques desde el exterior (noreste). La 84ª División toma los altos de El Tocón, El Chopo y La Torana. La 83ª División controla la cota 1077, sobre la carretera de Corbalán. Entre ellas, la 150 consigue consolidar Sierra Gorda. Se constata que la resistencia republicana ha disminuido de forma muy notable.

• En la noche del día 19 el cerco exterior sobre Teruel se cierra cuando la División 1 de Navarra (en misión de enlace entre el Cuerpo de Ejército Galicia y el Cuerpo de Ejército Castilla) ocupa Santa Bárbara y combate en el Cementerio y el Mansueto (este de Teruel). El día 20, tras un fuerte bombardeo, las fuerzas de la 101ª Brigada Mixta que defendían El Mansueto son hechas prisioneras por la División 83.

• Al sur, el CE Castilla (anteriormente del Sur del Turia) del general Varela fija al enemigo en todo su frente (noroeste de Teruel). Una vez ocupado el Cementerio y Santa Bárbara por la División 1 de Navarra, avanza para desbordar la ciudad por el norte y por el sur, y cortar la carretera de Valencia, aislando a la 46ª División republicana, que era la encargada de defender una ciudad vacía y en ruinas en que se había convertido Teruel. La División 81 cruza el río Alfambra y desborda Teruel por el norte y este y progresa hacia el sur, llevando el esfuerzo principal hasta el vértice Castellar (Castralvo); la División 61 pasa el río Turia al sur de Teruel para proseguir el avance hacia el sur, ocupa las cotas en las inmediaciones del Vértice Galiana y enlaza con la 81. La División 54 protege el flanco oeste de la 61. Los nacionales realizan un movimiento envolvente, similar al efectuado en diciembre por los republicanos, a varios kilómetros de la ciudad, pero esta vez en dirección opuesta.

• El día 21 Teruel queda cercado con un doble anillo: Divisiones 1, 150 y 81,con un frente interior hacia la ciudad y Divisiones 13, 84, 83 y 61, en el frente exterior, a 6 – 10 kilómetros de distancia. Las tropas republicanas quedan sitiadas sin suministros. El Campesino, jefe de la División 46, encargada de la defensa de la ciudad, ordena que su división abandone la plaza y evacue sus fuerzas. El día 21 por la noche, los soldados republicanos que pueden andar abandonan la ciudad siguiendo el curso inferior del río Turia, aguas abajo de la estación de ferrocarril, donde las líneas nacionales formadas por puestos aislados son más débiles. De los 2000 que salen de Teruel, 1300 logran pasar y llegar a las líneas republicanas de Villaespesa. La mañana del 22 los nacionales entran en Teruel sin apenas encontrar resistencia.


La Campaña de Teruel. Resumen -gráfico.


Imagen de elaboración propia, sobre la base de un mapa del Servicio Histórico Militar, a su vez basado en el mapa de la batalla de Alfambra de Manuel Tuñón de Lara (La batalla de Teruel, 1986).

21 de septiembre de 2020

Vidas "online".

Ormón_triplecero estaba anhelante. Sentado en su oscuro sillón ergonómico, enfrente de una gran mesa blanca de líneas nórdicas. Sobre la mesa: dos pantallas, el ratón y el teclado del ordenador. Había recogido los restos de comida preparada, la botella de Coca-Cola y los cubiertos que habitualmente quedaban sobre ella entre comida y comida. Hoy es un día especial. Se ha vestido con camisa salmón, pañuelo a juego y chaqueta oscura de brillantes solapas. El pantalón de pijama y las zapatillas de loneta no se verían en la transmisión.


En pocos minutos dará comienzo su boda telemática con Pikuka99. Habían contratado una agencia de eventos online que se ocupa de todo: la conexión de varios cientos de invitados, suma de las agendas de las redes sociales de los dos; la breve ceremonia del juzgado; y la celebración posterior, con efectos acústicos y ópticos que alimentarán sofisticados equipos individuales de hasta seis pantallas con presentaciones diferentes.


Sólo habían tenido ocasión de verse personalmente en tres ocasiones. Su relación había sido a través del móvil y el ordenador. Algo habitual debido a las restricciones que provocaban las sucesivas pandemias. Al coronavirus-19 habían seguido el virus-21, el virus-23 y los posteriores. Se habían suprimido los nombres propios de los virus, lo significativo eran los años. Normalmente cada dos años surgía uno nuevo que atacaba particularmente a un sector de la población. Las autoridades decretaban nuevas medidas y finalmente anunciaban la aparición de una vacuna, pero al poco un nuevo virus volvía a aparecer.


La gente se había vuelto desconfiada, solitaria, triste y resignada. Pero los jóvenes seguían uniéndose para vivir juntos. El ansia humana de compañía todavía perduraba. Y, además, aunque los simuladores sensoriales y los conectores táctiles a distancia eran realmente sofisticados, el sexo virtual no podía sustituir al contacto físico. La pantalla parpadea, entra un mensaje de la agencia: “Lo sentimos, Pikuka99 comunica que no se siente preparada para casarse. Ha cortado la conexión. No le dé mayor importancia. Esta reacción es más habitual de lo que pueda parecer. Deseamos que vuelva a confiar en nosotros en sus próximos eventos. Cargaremos en su tarjeta el coste previsto en el contrato para este tipo de situaciones. Tenga un buen día”.


Báguena, 21 de septiembre 2020.