29 de septiembre de 2018

Diario del Camino. De Roncesvalles a Logroño.

Diario del Camino de Santiago. De Roncesvalles a Logroño.


Caminar y contarlo.

Francisco Javier Aguirre Azaña

22 Septiembre 2018. (Roncesvalles)
Llego a Pamplona en autobús al mediodía. De la misma Estación, a las tres de la tarde,  parte el autobús de autocares Artieda que lleva a Roncesvalles. El billete no se puede reservar y hay que adquirirlo en ventanilla el mismo día del viaje.Hay cola, pero el autobús no se llena. 


Me alojo en la Posada de Roncesvalles, rústica aunque bien acondicionada y algo cara.

Real Colegiata de Santa María
Por la tarde visito la Real Colegiata de Santa María (donde se encuentra el enterramiento de Sancho el Fuerte, rey navarro vencedor en la batalla de las Navas de Tolosa), la Iglesia de Santiago (misa del peregrino vespertina) y el Silo de Carlomagno. En la Colegiata adquiero la concha y la credencial del peregrino, con las que me propongo hacer todo el camino hasta Santiago. Un hospedero holandés me estampa el primero de los sellos que acreditarán el paso por cada una de las etapas del Camino.

Por la noche cena de peregrinos en la Posada. Me acomodan con un animado grupo de franceses que hablan español. Puré y trucha, por cierto muy buena, aunque desafortunadamente sin jamón. Es decir, que a pesar de ser trucha navarra no está hecha a la Navarra.

23 Septiembre 2018. (Zubiri)
Cruz de los Peregrinos
Primera jornada de marcha con la mochila sobre los hombros. Comienzo a andar adentrándome en el robredal de las brujas y me encuentro con la Cruz de los Peregrinos. 

Ningún vestigio palpable de brujería, sólo un cartel de la Diputación Foral contando la historia del proceso que en el siglo XVI acabó con la ejecución de 9 lugareñas por brujería. Más tarde, los propios monjes se opusieron a repetir tal práctica. 



Al poco tiempo comienzo a encontrar cada vez más gente: hombres y mujeres, solos y en grupos, jóvenes y mayores. Me resulta curioso caminar por el pirineo navarro escuchando hablar profusamente en inglés o música japonesa saliendo de un aparato de la misma nacionalidad, transportado por una silenciosa pareja, por supuesto también japonesa.

Me pregunto qué es lo que motiva a tanto inglés, americano, canadiense, australiano, japonés, y un largo etcétera, a recorrer este camino tan lejano para ellos, no sólo geográficamente, sino también culturalmente. ¿Una motivación espiritual o religiosa? ¿La búsqueda de uno mismo? Con tanta gente... Sería más fácil hacer un ejercicio de reflexión o meditación en la línea 1 del metro de Madrid en hora punta. En fin -pienso- cada uno tiene sus razones.

Puente de Rabia
En Zubiri paso por el puente de Rabia, situado sobre el río Arga. Es un puente legendario de estilo románico del siglo XII. Según la leyenda, al pasar bajo sus arcos los animales afectados de enfermedad quedaban milagrosamente curados. 

Me alojo en una pensión situada en un edificio de nueva construcción. Salvo el pequeño centro histórico, el trazado urbano de Zubiri es muy moderno, con calles y edificios de construcción reciente. Para comer: patatas fritas, huevos fritos y chistorra. Lo que da la tierra por estos lares. Hay que reponer energía porque andar por el monte desgasta mucho. 


24 Septiembre 2018. (Pamplona)
De bajada a Pamplona. He decidido que a partir de ahora caminaré sólo con una mochila pequeña. Hay varios servicios de transporte que recogen y entregan las mochilas en los alojamientos, funcionan muy bien.
Pamplona

Al llegar a Pamplona recorro el casco histórico y me dirijo a la Oficina de Turismo para sellar la credencial. Pamplona siempre me recuerda mi infancia, cuando pasaba los veranos aquí, llevado de un lado a otro de Navarra por mis primos, ya adultos. Por la tarde hace frío, no apetece andar por la calle. 

Desafortunadamente, mi prima no está en la ciudad, así es que tengo que cenar sólo: pochas y relleno. Con el estómago bien lleno me voy a dormir a la Residencia S. Francisco Javier. 


25 Septiembre 2018. (Puente la Reina)

Tramo corto, en principio sólo 24 km hasta Puente la Reina. Pero a mitad de camino hay que subir y bajar el Alto del Perdón. Es más dificultosa la bajada debido a las piedras sueltas del camino. Además, en este sitio encuentro auténticas multitudes de peregrinos, en su mayoría extranjeros.
Nuestra Señora de Eunate

El camino no pasa por Eunate, que está a pie del camino que viene desde Jaca, por lo que hay que desviarse 2 o 3 kilómetros. Sería imperdonable no hacerlo: Nuestra Señora de Eunate (año 1170) es una iglesia sencilla, original y misteriosa. Se alza, solitaria, poco antes de llegar a Puente la Reina, en medio de un llano. Su planta octogonal y el claustro que la circunda la hacen diferente a cualquier otro templo románico. El conjunto es de planta octogonal imperfecta y está rodeado por una galería porticada de 33 arcos, con capiteles decorados. Un ábside pentagonal y una torreta de planta cuadrada adosada rompen su armonía octogonal.


Puente la Reina
Puente la Reina es un bonito pueblo de trazado medieval y señoriales edificios de piedra, donde confluyen los dos caminos que vienen desde Francia (el de Roncesvalles y el de Jaca). Destaca el puente, de nuevo sobre el río Arga, uno de los ejemplos románicos más hermosos y señoriales de la ruta jacobea. Mandado construir en el siglo XI por una reina de Navarra, aunque no se sabe cuál, generalmente se hace referencia a la reina Muniadona de Castilla, esposa de Sancho el Mayor, o Estefanía, la esposa del rey García, el de Nájera.

26 Septiembre 2018. (Estella)

Otra etapa corta (22 km.) para alcanzar Estella, ¡afortunadamente!. Tengo ampollas en los dos pies y empiezo a preguntarme si seré capaz de seguir el plan previsto para llegar a Logroño en seis días.

Antes de llegar a Estella dejo el Camino para dirigirme a los Misioneros del Verbo Divino, donde vive mi primo homónimo, al que no veía desde hace tiempo. La Residencia es un bonito edificio moderno, cuyas dependencias se distribuyen alrededor de un patio central cubierto, como el claustro de un antiguo monasterio. Los residentes son miembros de la congregación que en su mayor parte superaron la edad de jubilación hace muchos años. 

Por la tarde vamos a la ciudad y recorremos sus calles medievales. Visitamos el museo del Carlismo. Mis recuerdos infantiles de Estella no cuadran con lo que veo ahora. Siento esa sensación de que los espacios y los paisajes idealizados por la memoria son ahora más pequeños y menos originales. Por otro lado, la parte antigua parece un poco decadente, con muchas casas vacías y negocios antiguos cerrados, alguna tienda de "chinos" en edificios de hace varios siglos. Es un poco descorazonador.


Después, volvemos y cenamos con la Comunidad. Una vez a la semana, los Hermanos rompen la tiranía de las comidas de catering y la frugalidad monástica y se reúnen en una caseta en el jardín para preparar una cena casera, sin restricciones en calorías: patatas y chistorra, chorizo y queso, picoteo, vino y cerveza... Es una reunión muy simpática a la que tengo la fortuna de asistir por haber llegado en el día adecuado.


27 Septiembre 2018. (Torres del Río)

Fuente del vino (Irache)
A la salida de Estella el camino asciende. Pronto se llega a Irache: monasterio y antiguo hospital de peregrinos. Siguiendo la tradición de atención al caminante, Bodegas Irache mantiene en funcionamiento su fuente de vino (tinto joven) con el que el peregrino puede saciar su sed gratuitamente. A pesar de que son horas de café, más que de vino, no desperdicio la ocasión de catar el vino, que es bastante bueno y reconforta después de la subida, y hacerme una fotografía que lo atestigua.

Después de casi 30 kilómetros, hechos con la determinación de la voluntad, pero con poca ayuda de unos pies cada vez más doloridos, llego a mi destino del día. El Hostal San Andrés de Torres del Río es un pequeño hotel, moderno, funcional y bien atendido. Uno de los mejores que he encontrado. 

El río al que hace referencia el nombre del pueblo es el Linares, conocido por los antiguos peregrinos por tener agua venenosa. Alguno lugareños desaprensivos aconsejaban a los peregrinos dar de beber a las caballerías, para luego robar a sus dueños cuando estas morían tras ingerir esa agua letal. 


Iglesia Santo Sepulcro (Torres del Río)
Iglesia Santo Sepulcro (Torres del Río)
Torres del Río también acoge una joya: la iglesia del Santo Sepulcro, de planta octogonal (como el Santo Sepulcro de Jerusalén). Similar a la de Santa María de Eunate, comparte con ella el misterio de su significado. Según algunos historiadores obra de los caballeros del Temple. Es un raro ejemplo del arte medieval, ya que  frente a la horizontalidad y pesadez del románico, en este templo todo conduce a la verticalidad. En su interior, la impresionante bóveda de nervios entrecruzados hace recordar el arte hispanomusulmán.                                        

                               
28 Septiembre 2018. (Logroño)
Última jornada -por ahora-. La más corta, tan sólo 20 kilómetros que afronto con optimismo pensando que a pesar de las ampollas en los pies voy a completar el recorrido que tenía previsto.

Viana, es una bonita ciudad cargada de historia. La última antes de abandonar Navarra y entrar en Logroño. Me siento a tomar un café junto a la Iglesia de Santa María, y disfrutar observando el ajetreo ciudadano en una espléndida mañana otoñal.
Logroño

Salgo de Navarra y en apenas cuatro kilómetros llego a la capital de la Rioja. 





Zaragoza, 27 de abril de 2020.