4 de enero de 2019

Pensamientos breves. (I)

He servido cuarenta años en el Ejército. He trabajado, convivido y conocido muchas personas de diferente condición y países distintos, militares y civiles. Muchos de ellos buenas personas, pero también algunos canallas. Aunque ya no recuerdo las caras y los nombres de la mayor parte de esas personas, su trato y las experiencias vividas juntos han ayudado a modelar la persona que soy ahora. He desarrollado mi actividad profesional en ambientes muy diversos. Inicié mi carrera como joven oficial con trato continuo y directo con soldados de reemplazo, en unas condiciones y contextos que poco tienen que ver con los actuales. Posteriormente, trabajé varios años en cuarteles generales internacionales con oficiales extranjeros, en situaciones de paz y también de crisis. Asimismo he desarrollado mi labor en los niveles de asesoramiento más altos del gobierno. He vivido situaciones muy diversas en diferentes países, algunas de ellas no exentas de tensión e incertidumbre. Y tras toda esa experiencia vital, quiero exponer aquí las cosas que he aprendido, que no son muchas, ni tan siquiera originales, pero de las que quiero dejar constancia, aunque sólo sea por prurito personal.

Todos tenemos algo que enseñar y algo que aprender.
Cuando uno trata con gentes de diferentes países, culturas y orígenes, es fácil dejarse llevar por los tópicos. En ocasiones uno puede sentirse superior en algunos aspectos debido a los propios orígenes, nacionalidad, formación u otros fundamentos. En otras ocasiones, se puede caer en un complejo de inferioridad considerándose por debajo de alguien, simplemente porque su procedencia parece darle cierta superioridad.

Lo cierto es que tras una convivencia directa, cuando uno llega a conocer a las personas y puede discernir más allá del tópico y del lugar común, se da cuenta de que siempre hay algo que aprender de cada persona, de su actitud vital, su profesionalidad o su experiencia, aunque su estatus personal pueda ser considerado inferior. Recíprocamente, cuando actuamos con coherencia con nuestros principios, estamos transmitiendo una enseñanza que puede ser ejemplo para cualquiera, por muy superior que quiera considerarse.

Si quieres comprender el mundo, sigue la pista del dinero.
Cualquier actividad organizada precisa financiación. Es imposible llevar a cabo un proyecto, desde los de carácter filantrópico hasta los de carácter criminal, si se carecen de recursos económicos. Para entender lo que realmente sucede hay que observar el flujo del dinero, desde sus fuentes: quién, dónde, cómo y porqué financia una actividad, y estudiar el camino que sigue el dinero hasta su empleo y destinatarios finales. De esta manera es posible comprender quién está verdaderamente apoyando una causa y porque.

Por otra parte, la manera más efectiva de terminar con una actividad es precisamente atacando su financiación, cortando la generación o el flujo de dinero e impidiendo que llegue a su destino final. Para ello, en primer lugar hay que tener un conocimiento completo de cómo se produce ese flujo y quiénes son los beneficiarios finales. Después, es cuestión de voluntad y capacidad efectiva de acción.

Un buen ejemplo de lo dicho son las actividades relacionadas con el terrorismo, el crimen organizado o los movimientos de desestabilización de determinadas sociedades.

A veces queremos arreglar cosas que no necesitan arreglo.
Este punto está relacionado con las situaciones de injerencia, generalmente por razones humanitarias, en países que viven o han vivido situaciones de conflicto, crisis o guerra. La intervención en fuerza en sociedades que se encuentran atravesando una crisis nos coloca, queramos o no, en una situación de superioridad objetiva, percibida tanto por ellos (los intervenidos) como por nosotros: miembros de una coalición que generalmente busca ayudar a superar esa situación conflictiva.

Cuando nos sentimos en una situación de superioridad cultural, moral, social o de cualquier otro tipo, llegamos a pensar que nuestra razón (cultura, costumbres, valores, religión…) es cierta y superior a la de los otros, y en consecuencia sería lo mejor para ellos adoptar nuestro modelo. Elevamos nuestras creencias particulares al rango de verdades generales e incontestables y tendemos a desechar los puntos de vista diferentes. En esas situaciones, en ocasiones, se valoran ciertos acontecimientos, situaciones o comportamientos como anómalos, contraproducentes o perjudiciales para alcanzar los objetivos deseados. Todo ello de acuerdo con nuestra línea de pensamiento, pero sin tener en cuenta que puedan ser aceptados como normales (aunque sea temporalmente), el contexto y las circunstancias en que se producen. E intentamos corregir situaciones y comportamientos, en definitiva problemas que no son tal en la sociedad en la que se producen, interviniendo y provocando una serie de acciones y reacciones desestabilizadoras y contraproducentes, que en muchas ocasiones crean un verdadero problema donde no lo había.

Etnia, religión e idioma son fácilmente utilizados para crear y mantener enfrentamientos. 

La forma más habitual que tienen los líderes populistas y demagogos de alcanzar y mantener el control de un grupo humano, ya sea en beneficio propio o porque se sientan llamados a un destino particular -aunque muchas veces ambas cosas van de la mano-, es apelando al sentimiento frente a la razón, creando una conciencia del “nosotros” en contraposición al “ellos”, fomentando la diferencia, la disimilitud, la superioridad o el victimismo, o una mezcla de todo ello.

Apelar y profundizar a las diferencias étnicas, religiosas e idiomáticas es una vía segura de lograr ese objetivo de concienciar al “nosotros”, enfrentándolo con el “ellos”, y suelen ser precursores del conflicto. El recurso a la etnia, religión e idioma propio en contraposición a otros es una indicación clara de la voluntad de enfrentamiento y subsecuente conflicto. 


El simple tiene soluciones simples para resolver cuestiones complejas.
La realidad es compleja, multifacética. Los procesos sociales y económicos están interrelacionados unos con otros y una actuación en un campo suele producir efectos de primer, segundo y sucesivos órdenes en otros campos, a veces no deseados o incluso no planeados o conocidos de antemano. Las sociedades modernas también son complejas con grupos diversos con diferentes apreciaciones de la realidad y puntos de vista, valores y objetivos distintos.

En este contexto, las personas simplistas, incapaces de asimilar esa complejidad, ofrecen soluciones simples para determinados problemas, como un conflicto social o la distribución de recursos económicos escasos, sin valorar los efectos que esa solución tendría sobre otros aspectos de la realidad, aún en el caso de que puntualmente (y muchas veces sólo temporalmente) se palíe el problema.

No suele ser buena idea adoptar soluciones simplistas que ignoran la realidad de las cosas, generalmente conocida gracias a la experiencia. Ese tipo de soluciones puede funcionar por algún tiempo, pero finalmente la realidad se impone y los perjuicios posteriores y las distorsiones que se producen pueden ser mayores que el beneficio inicial.

Una persona inteligente tiene explicaciones sencillas para entender cuestiones complejas.
Muchas personas se sienten abrumadas por quién aporta información profusa y copiosa para explicar una cuestión compleja y cuando no se llega a entender todas las explicaciones, dado que la cuestión es difícil de entender, se tiende a pensar en una limitación propia y a pensar que el otro demuestra un gran conocimiento y por lo tanto es una persona con una inteligencia superior.

De la misma manera, muchas personas que quieren mostrar una superioridad intelectual recurren a esa técnica de aportar muchos datos, o hablar barrocamente sobre el tema en el que quieren mostrar su superioridad.

En mi experiencia -aunque no es frecuente encontrarlo- una persona realmente inteligente es la que es capaz de exponer una cuestión de difícil comprensión de forma sencilla y comprensible para la mayoría. 


Zaragoza, 4 de enero de 2019.

Francisco Javier Aguirre Azaña.

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